viernes, 5 de octubre de 2007

SAN ANTONIO


Hace algunas semanas atrás fui al puerto, con la Ursula queríamos ir a ver lo que iba quedando de la “Casa Amarilla” tienda que vendía ropa, zapatos, era video club y que tenia un sin fin de cosas, de la cual ya casi no quedaba nada, camine por Centenario en la noche y sentí una nostalgia de ese lugar que siempre he sentido tan mío, el comprar cigarros frente al Nogal y explicar a mi flaca cada cosa que me ha ocurrido en esa calle, el pasar frente a Centenario 85, lugar donde por primera vez trabaje de contador, el mirar desde afuera la “Galería Rosales” y ver vacío el local donde estaba “Dimas Cassetería”, mirar desde afuera el Mercado Municipal, la subida a Placilla, el “Mar del pacífico”, y sentir que aunque pasen los años, la esencia de este puerto no cambia, pondrán otras tiendas y la amenaza de un mall que corte la vista desde la subida 21 de mayo, no lograran que San Antonio deje de ser lo que es.

Volví a sentir lo mismo, el viernes de la semana pasada, mi madre estaba en el hospital, tome un colectivo y le dije al chofer “¿va por hospital?”, me baje afuera de emergencia y subí, era de noche y extrañamente había un poco de brisa marina (¿acaso los años lejos del mar me están haciendo desconocer el clima de mi ciudad?), el mirar la bahía mientras buscaba el la sala, me hizo viajar inconscientemente por todo lo que conozco de allí, de un momento a otro, recorrí palmo a palmo cada calle y cada esquina de mi puerto, recordé las casas del cerro cementerio pintadas el 01 de noviembre, estuve simultáneamente en los tres centros (las tres cuadras paralelas por Pedro Montt y Centenario, barrancas y llolleo), vi. a los muchachos que gritan las micros y que cobran el pasaje, saboreé las manzanas confitadas, el maní confitado y el algodón de azúcar, que se vende siempre en las esquinas, me comí unos completos del paulina o el barquito y me refresque con las cervezas del 21 grill, del 69 y del entre canelos, fui de nuevo a los recitales en el alero del cantor, me tomé un café mientras conversaba con los artesanos del Bellamar, le pedí al finado zapata un terremoto y que subiera la música en la vieja y añorada muralla, me senté bajo la sombra de los árboles de la plaza de llo lleo, mire el Maipo desde el Cristo, estuve en la feria de los sábados en tejas verdes, camine por calle Holanda en Bellavista y por la calle el Sauce atravesé las lomas y la viuda y termine yendo con una botella de licor al vivero o a la plaza la estrella.


Al ir de vuelta a casa, el colectivo bajo por independencia y mire desde lejos la 30, pase por Barros luco, los camiones con containers doblando afuera del Olegario Henríquez, mire el fiscal y mi viejo y querido comercial.


Puede que esa no sea la mejor de las ciudades, puede que cuando uno es niño solo quiera emigrar, y que después, por la naturaleza de uno se vaya, quizás es la herencia turca que hace que sea una ciudad de inmigrantes o emigrantes, o las pocas oportunidades y el casi extinto estigma de puerto rojo, pero hay algo de allí que se queda para siempre pegado contigo, es la infinita tristeza de ver siempre los barcos alejándose en la bahía, como tu propia vida, como tu propio ser……

viernes, 30 de marzo de 2007

Mi hermano




Hoy se va el Felipe, despues de vivir 3 meses conmigo y la Ursula, vuelve a Valparaíso a terminar la carrera y de ahí a la vida....


Siempre ha sido y sera mi guagua, porque le cambie los paños cuando chico, porque siempre ha caminado a mi lado, aunque tengamos diferencias.


Me acostumbre a verlo en mi casa, me gusto verlo mas grande (yo no vivia con él tanto tiempo desde que me fui a Conce el 03.03.95) me gusto que confiara en mi para quedarse, que asumiera que mi casa era la suya, que contara conmigo.


Se que de este tiempo quedan un monton de historias, de mucha musica que escuchamos, de todo el cariño que nos hicimos, de vernos todos los dias, de tener ya costumbres (que se echara mi perfume por ejemplo)


Te llevas contigo tu primera experiencia pagada, te llevas el fuego en el alma (queriendo quemar la oficina), sabiendo que nadie cantara nuestras canciones, te llevas un monton de cervezas, los completos del portal y el humo de la unión chica, pero sobre todo, te llevas un pedazo importante de mi corazon.


Vuelve cuando quieras, te vamos a echar de menos........


Te quiero como antes, como ahora, como siempre, como nunca


Tu Hermano Sergio


Pd, algún dia las cerillas cumpliran su misión



Fuego en mi oficina

Intento no pensar, me asalta la duda
es una obsesión o una locura.
Mis amigos quieren convencerme que me olvide de todo,
y yo sigo en mis trece, nada cambia mi postura.


Fuego en mi oficina na, na, na…
Huele a gasolina na, na…
Me muero de risa na, na…
Las cerillas cumplen su misión. Oh no, oh no.

Hoy me decidí, eche el combustible,
quise verla arder pero tuve que irme.
Mis amigos callan, tienen miedo que me olvide de todo.
Nadie sospechó que fui yo quien lo hizo.

Fuego en mi oficina na, na, na…
Huele a gasolina na, na…
Me muero de risa na, na…
Las cerillas cumplen su misión. Oh no, oh no.

Todo terminó, lo vi en las noticias
El fuego destruyó mi odiada oficina.
No hubo desgracias personales, no ha habido muertos.
Se cifran en cien millones los daños materiales.

Fuego en mi oficina na, na, na…
Huele a gasolina na, na…
Me muero de risa na, na…
Las cerillas cumplen su misión. Oh no, oh no


Letra y música J I LAPIDO
Editada con 091 en "SG Fuego en mi oficina" (1983)
"Ultimo concierto" (1996)

martes, 13 de febrero de 2007

13 de Febrero


Hace un año atras sentia que todo era extraño, sentia que mi vida venía de vuelta de muchas cosas, pensaba que el resultante de ella no era la que yo habia buscado, y sentía, a ciencia cierta que ya habia que dar todo por perdido, había asumido que habia que levantarse por levantarse y dejarse llevar.


Es extraño pensar que despues de divagar, de caminar por tantos y tan dificiles caminos iba a encontrar el camino a casa, pero aparecio en mi vida alguien que hizo cambiar el tono gris de las mañanas, por uno azulado que combina tan bien con las ganas de sonreir.


Hace un año le dije a la Ursula que pololearamos, me dijo que si, y despues de eso no paso mucho (un par de semanas) y ya estabamos viviendo juntos.


Nadie ha dicho que ha sido facil, pero si debo señalar que la magia no se ha acabado, que me salta el corazon cuando la veo aparecer entre la mutitud, que siempre me pregunto en que sueña cuando duerme abrazada a mi, que por ella he cambiado muchas cosas, y ellas otras tantas, que nuestras familias nos aceptaron a ambos muy bien, que ya no he sido uno si no dos en todo.


Este año hemos vivido muchas cosas, hemos recorrido de Salamanca a Panguipulli, hemos pasado momentos de bonanza y otros de desesperanza, nos hemos comprometido ante Dios, en definitiva estamos pavimentando nuestra vida.


He cambiado? si y no me arrepiento, aunque digan lo que digan, puedo decir que soy muy feliz, y que espero ver morir mis días juntos.


La tristeza y las lagrimas se han combinado a la perfección con las ganas de que si exista un mañana, de saber que aun no todo esta perdido, de saber que si existía una redención.


Gracias Flaca por acompañarme por este camino, que espero que no tenga fin


Sergio Arriagada Rojas